martes, 26 de abril de 2011

Caballo de Fuego - París

"Él es un señor de la guerra. Ella, una luchadora por la paz.'
 Eliah Al-Saud es un hombre excéntrico y poderoso, emparentado con la familia reinante de Arabia Saudí. Vive en París y dirige una empresa de seguridad que, en realidad, oculta actividades de defensa y de espionaje ofrecidas al mejor postor. Matilde Martínez es una joven pediatra argentina que sueña con curar a los niños más desfavorecidos y trabajar para una ONG en el África. El destino la pondrá en el camino de Eliah, y será en París donde la atracción que se inspiran los unirá. Sin embargo, los secretos que ambos guardan celosamente pondrán en riesgo no sólo su amor, sino sus vidas. En el marco del siempre latente conflicto palestino-israelí y con una amenaza atómica como telón de fondo, Matilde y Eliah vivirán una aventura que los llevará a recorrer el mundo y los enfrentará a los peligros que acechan a quienes se atreven a desafiar a los imperios dominantes."

Cuando me enteré de que Caballo de Fuego, la última novela de Florencia Bonelli, estaría ambientada en una época actual (comienzos de 1998) de inmediato pensé en que sería un gran desafío para la autora, ya que está acostumbrada a líneas temporales más ligadas con el siglo XIX. Ahora veo que salir de la zona de comodidad le sienta perfectamente a Florencia.

Con Caballo de Fuego - París, primera entrada en la historia completa que seguirá con Congo y Gaza, Florencia se acerca muchísimo a uno de mis autores más queridos del género de aventuras, Wilbur Smith. Este escritor zambio tiene una vasta carrera con más de treinta libros publicados, y sus historias mezclan romance con aventura, acción e intrigas y, con una trama que involucra agencias de espionaje y mercenarios, el libro de Bonelli se desplaza majestuosamente por caminos paralelos a la prosa de Wilbur. La autora tardó un año en recopilar todos los aspectos técnicos y tecnológicos que involucrasen a su trama, y la verdad es que se maneja con prodigio entre tantos artilugios, componentes químicos, armas y potencias atómicas. Se le da con naturalidad y no se nota que no está familiarizada con este nuevo mundo.

Recuerdo que cuando leí su último libro, Me llaman Artemio Furia (reseña) mencioné que la pareja protagónica estaba bien construída y encima Florencia los había hecho pasar por un infierno hasta el final del libro incluso y eso era una de las cosas que hacía sobresalir a su prosa: el que no siempre se siga el mismo camino, sino que el romance protagónico se reinvente para mostrarnos otras facetas. En Caballo de Fuego, hay malos muy malos y buenos muy buenos, pero en el medio hay ciertos matices que no necesariamente son blancos y negros: Eliah Al-Saud, es un mercenario entrenado para matar que ha vivido demasiadas vicisitudes al participar en la Guerra del Golfo, tiene una sangre fría increíble y es totalmente calculador, hasta que conoce a Matilde Martínez, una joven cordobesa tan hermosa como oscuros y tristes son sus secretos, y la vida de ambos cambia radicalmente cuando se conocen en el último vuelo de 1997... La pareja está bien complementada con sus personalidades, que transmiten complejidad y sentimientos varios a lo largo de las quinientas páginas que tiene la novela. Las idas y vueltas, más que caprichos y agujeros en la trama como podría haber resultado, resultan una combinación bien aceitada de problemas que se van apilando y terminan por culminar en los capítulos finales de libro, con varias revelaciones que detonan justo enfrente de los protagonistas y dejan al lector en vilo hasta la salida de la continuación...

Al ser una continuación de Lo que dicen tus ojos, los personajes de aquella novela hacen sus apariciones acá también; es más, Eliah Al-Saud es hijo de Kamal, el protagonista de aquella novela, y no deja más dudas de las similitudes fantásticas con la familia Courtney de la saga de Wilbur Smith. Creo que en ninguna novela de Florencia había visto una profusión de personajes como en esta, se superó a sí misma. En otro detalle en el que se superó también es en la creación de Juana Folicuré (apellido extraño si los hay) la mejor amiga de la protagonista Matilde: en resumidas cuentas, es el MEJOR personaje secundario de toda su bibliografía, lejos: Juana es irreverente, sincera hasta la médula, copada e, imagino, Florencia se divirtió como loca escribiéndolo. ¿Para cuando unas aventuras de Juana, Flor?

Es temprano para anticiparlo, pero Caballo de Fuego se deja ver como una gran, GRAN obra que superará las mil páginas con las tres partes juntas, y representan el trabajo más arduo, complejo y completo de Florencia Bonelli a la fecha. Con esto, ya entra a la ligas mayores, si no la consideraban antes así. Y si no, lean Caballo de Fuego - París, y después díganme que opinan.

Calificación: Muy Buena

2 comentarios:

Sir Laguna dijo...

Me llamo la antencion la sinopsis... ud que conoce mas o menos mis gustos literarios, cree que to la disfrutaria?

http://gladyspinacca.blogspot.com dijo...

La estoy leyendo y me gusta lo que he leido, siendo una continuación de Lo que dicen sus ojos, no podía dejar de leerla, y siendo de Bonelli, a quien ya algún productor debería ofrecer algo para un guion cinematrográfico sobre alguna de sus novelas, menos. Gracias por el estupendo comentario