miércoles, 21 de marzo de 2012

Los Juegos del Hambre (The Hunger Games)

 Año: 2012.
Género: Aventuras/Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 142 minutos.
Dirección: Gary Ross.
Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Liam Hemsworth, Lenny Kravitz, Stanley Tucci, Sonald Sutherland, Willow Shields, Amandla Stemberg, Alexander Ludwig, Isabelle Fuhrman, Wes Bentley.

"Cada año, en las ruinas de lo que una vez fue Estados Unidos, el Capitolio de la nación de Panem obliga a sus doce distritos a enviar un chico y una chica a competir en los Juegos del Hambre. Un castigo distorsionado a raíz de una rebelión pasada y una táctica de intimidación del actual gobierno, Los Juegos del Hambre es un evento que se televisa a nivel nacional en el que Tributos deben luchar entre sí hasta que sólo uno sobreviva.
 Katniss Everdeen, de dieciséis años, se ofrece de manera voluntaria para participar en los Juegos en el lugar de su hermana menor y se ve obligada a confiar en sus agudos instintos así como en las enseñanzas del antiguo vencedor, Haymitch Abernathy, rara vez sobrio, al competir con Tributos altamente entrenados, quienes, durante toda su vida, se han estado preparando para estos Juegos. Si Katniss piensa en regresar a su hogar Distrito 12 alguna vez, deberá tomar decisiones imposibles, deberá decidir entre sobrevivencia y humanidad y entre vida y amor."

 Muy pocas veces uno puede decir que un libro se adapta fielmente en su transición a la pantalla grande. Siempre hay líneas secundarias que se cortan para favorecer una historia más dinámica, eventos que se cambian para darle un sabor diferente al film, siempre hay pequeñas cosas que, a la larga, ponen a la adaptación un escalón (o varios) por debajo de su gemelo de tinta y papel. Es con mucho placer que me digno a decir que Los Juegos del Hambre es una de las historias mejor adaptadas de los últimos años, una experiencia que poco tiene que envidiarle a la novela de Suzanne Collins: no por algo la misma escritora estuvo en el génesis del guión en coautoría con el director de la misma, Gary Ross.
 Sentando fehacientemente las bases de una trilogía, Los Juegos del Hambre promete ser una de las sagas de las que más se hablé de acá a cinco años, mínimo. ¿Exagero? No creo, y ya verán porqué...

 Antes de poder continuar, quiero dejar en claro que me sumé a la fiebre de la trilogía escasos momentos antes de que la susodicha película fuese anunciada, por lo que el raudo proceso desde la postproducción hasta la película terminada fue seguido minuciosamente por su servidor. Estarán pensando 'Ay, no, la reseña va a ser totalmente parcial porque él leyó los libros y los adora'. Bueno, sí, adoro los libros, y puedo decirles a los fanáticos de ellos que al entrar a la sala y cuando salgan, no saben que les espera todo aquello que imaginaron y más, plasmado totalmente en la pantalla, cada detalle, cada partecita del libro, todo. Para todos aquellos que no estén familiarizados con el libro, puedo decirles también que están ante un evento de ciencia ficción con cosas prestadas de otras películas, pero con un regusto diferente, un alma propia distinguible. Desde una óptica o la otra, Los Juegos del Hambre es una película muy sólida, y al verla fue como leer el libro por primera vez, así que puedo hablar con conocimiento de causa como también desde el mero punto de vista de un espectador pasajero, combinados entre sí.

A lo que nos compete: el trío de Gary Ross, la autora Suzanne Collins y Billy Ray (Hart's War, Flightplan) trajeron a la vida esta aventura en un mundo distópico cruel y desgarrador, en donde el valor de un personaje femenino extremadamente fuerte hará la diferencia para mejorar este mundo. El el conocido buenos muy buenos contra malos muy malos, el eterno Bien vs. Mal, pero con matices diferentes como para que no se note (tanto) En el epicentro de este mundo difícil se encuentra Katniss Everdeen, la heroína de turno, a quien una perfecta Jennifer Lawrence evoca con toda esa versatilidad que la caraceriza y que es dura cuando lo requiere, y tan sencilla, frágil y palpable que parece mentira que tenga tan sólo veinte años y sea capaz de transmitir tanto con tan poco. Es indescriptible lo acertado que estuvieron al acercarla al papel.

 Volviendo un poco al trío Ross/Collins/Ray, los tres (re)construyeron el libro sin dejarse casi nada afuera; si bien en libro es por demás sencillo de leer, había ciertas cosas salidas de una imaginación furibunda, y la película logra adaptarlas correctamente: los escenarios futuristas combinados con la simpleza de los escenarios reales, los avances tecnológicos, la moda, etc. Con una duración bastante interesante (pensé que iba a durar 90 minutos y me sorprendieron con más de dos horas de metraje) la historia presenta a los personajes principales, los sigue durante su período de entrenamiento antes de los Juegos y finalmente, la recta final, con el evento propiamente dicho; todos los caminos conducen a la matanza sangrienta de estos jovencitos, pero el camino es  bastante particular y explora muy bien a todos los personajes y nuevos escenarios, la mitología de este universo, antes de darle al espectador en bandeja lo que vino a ver.

 Rodeando a Lawrence hay un gran elenco que sostiene una línea bien alta en cuanto a secundarios se refiere: el joven Josh Hutcherson sigue ascendiendo, en este caso como el apoyo masculino de Katniss en la arena de batalla (curiosamente, él es el que termina siendo defendido y no al revés, como suele suceder en cualquier película de acción/ciencia ficción) el hermano de Thor Liam Hemsworth tiene un papel pequeño pero a futuro, relevante, Woody Harrelson está genial como el borracho Haymitch (tomando un poco de inspiración de su último papel tragicómico en Zombieland), Elizabeth Banks la pega con su odiosa y superficial Effie Trinket, Lenny Kravitz sorprende gratamente con su estilista Cinna, y la lista sigue. Stanley Tucci es un presentador fervoroso, Wes Bentley es el carismático director de los actuales Juegos, Donald Sutherland es el poco agresivo Presidente (el libro lo pintaba mucho más cruel, pero creo que eso se deja ver más en los libros - peliculas - que siguen) y después están los Tributos de los otros Distritos, entre los que se destacan la adorable Rue de Amandla Stemberg, y los letales Cato y Clove de Alexander Ludwig e Isabelle Fuhrman, entre otros.

 Mas allá del elenco absolutamente concentrado, la dirección de Gary Ross es sublime para alguien que nunca filmó una película de acción en toda su filmografía; puede que a muchos les ofusque su peculiar óptica para filmar los Juegos con una cámara movida todo el tiempo, pero es ése detalle que le aporta realismo y veracidad a la angustiosa situación dentro del campo de batalla. Creo que ni Cloverfield había tenido tanta cámara movida, y eso que era una película de metraje encontrado, y metraje encontrado y cámara movida son dos términos que van de la mano. Yo creo que el experimento le salió muy bien a Ross. Si a esto le agregamos una banda sonora sutil y lacrimosa de parte del siempre cumplidor James Newton Howard, el combo es perfecto.

  Creo que Los Juegos del Hambre es una gran saga a seguir para aquellos que quedaron vacíos tras la ida de Harry Potter, y para lo que están cansados ya de los vampiros relucientes y chicas indecisas; tiene fuerza, tiene una historia atractiva, tiene personajes sólidos, tiene todo el combo necesario para atraer a los jóvenes como a los adultos. Y para los fanáticos, no hace falta que les diga más nada, acá tienen una película muy pero muy fiel.


Calificación: A-

lunes, 12 de marzo de 2012

Projecto X: Fiesta fuera de control (Proyect X)

 Año: 2012
Género: Comedia.
País: Estados Unidos.
Duración: 88 minutos.
Dirección: Nima Nourizadeh.
Intérpretes: Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown, Dax Flame, Kirby Bliss Blanton, Alexis Knapp, Brady Hender, Nick Nervies, Milles Teller, Martin Klebba.

"Tres amigos cursan el último año de secundaria mientras intentan hacerse populares para salir de su anonimato escolar. Su idea es sencillamente inocente: 'hagamos una fiesta a la que nadie olvidará'…pero nada los podrá preparar para esta fiesta. La noticia corre rápido a medida que se desvanecen los sueños, se ensucian las reputaciones y surgen las leyendas."

Agradezco nuevamente a Cinescondite por la oportunidad de ver la película en función de prensa.

Seguro que durante los últimos años de secundaria, uno pensó que esa época era el tiempo de gloria para salir de fiesta, emborracharse y pasar las mejores noches de sus vidas; ni lerdo ni perezoso, Todd Phillips (director de películas descontroladas como Old School, Due Date y las recientísimas y ultrapopulares Hangover) vio una oportunidad para llevar el descontrol de las despedidas de solteros de sus últimas películas hacia un territorio más juvenil, y el resultado es Project X, una película bastante polarizante en el sentido de que está dirigida a un sector demográfico específico que de seguro disfrutará con fervor esta fiesta alocada, y el resto no encontrará quórum al verla. 
 
Al comenzar la historia, un trío de perdedores (típicos arquetipos de este tipo de comedias) planean una noche fuera de serie para ganarse un nombre por sí mismos y terminar la secundaria con un sacudón de popularidad; ellos son Thomas, el agasajado, un chico bien común, su extralimitado amigo Costa y JB, el gordo tonto del grupo. No hay nada más raro en la historia, sino que sigue los mismos patrones de las nuevas comedias de adolescentes como Superbad y demases: los perdedores terminan conquistando la noche, convirtiéndose en leyendas y superando todo obstáculo imaginable. Donde cambia el enfoque es en el guión de la historia y por cómo encara la narración la película.

El actor devenido en guionista Michael Bacall (quien firmó una de mis favoritas de todos los tiempos, Scott Pilgrim  vs. The World) junto con el novato Matt Drake rellenan la trama con personajes básicos pero con diálogos frescos y llenos de mala leche, típico comportamiento de adolescentes, y con muchas situaciones que se van espiralando fuera de control para culminar en el caos máximo; por el otro lado, el director Nima Nourizadeh debuta con esta película, que opta por tomar el interesante punto de vista 'cámara en mano' para contar esta desopilante historia bien de cerca, mediante un chico más que filma toda la odisea y a través de los teléfonos que tienen varios protagonistas, creando varios puntos de vista que realmente lo hacen sentir a uno dentro de esta celebración del mal comportamiento.

El trio de protagonistas, meramente desconocidos, hacen un buen trabajo con una química palpable entre ellos, aunque el amigo gordo, Jonathan Daniel Brown sirva de punching ball verbal y apenas sobresalga como personaje, y el agregado de Martin Klebba este completamente de más como el enano desquiciado.

 Si gustaron de The Hangover y su secuela, no por algo el director de las mencionadas es productor acá: alcohol, drogas, sexo, no falta nada en este combo de entretenimiento asegurado que presenta Proyecto X. Mayores de 35, abstenerse, esta no es su clase de fiesta...


Calificación: B

martes, 6 de marzo de 2012

Adultos Jóvenes (Young Adult)

Año: 2011.
Género: Comedia dramática.
País: Estados Unidos.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Jason Reitman.
Intérpretes: Charlize Theron, Patton Oswalt, Patrick Wilson, Elizabeth Reaser, Collete Wolfe.

"Mavis Gary es una escritora de literatura adolescente que regresa a su pequeño pueblo natal para revivir sus días de gloria e intentar reclamar a su novio de secundaria que está felizmente casado. Cuando su regreso resulta más difícil de lo que pensó, Mavis forma un vínculo inusual con un ex compañero que tampoco ha superado la época de secundaria."

 Tengo que ponerme al día con Jason Reitman, con Diablo Cody es otra la historia. No, nunca vi ni Juno (completa) ni Up in the Air, ni Thank you for smoking, soy un neófito en lo que se refiere al director; con Cody el tema es que vi su guionada Jennifer's Body y no me gustó ni medio, aunque la historia y los diálogos estaban cargados de guiños muy actuales. Entonces, ¿qué me pasó a la hora de abordar Young Adult? Descubrí un mundo nuevo, en el que los personajes no tienen una sola dimensión, y hasta sus actitudes más detestables tienen un poco de ternura y uno termina queriendo a estos seres tan extraños como entrañables.

¿Será la vida de Mavis la que tantos deseamos? Soltera, exitosa, con dinero, sin chicos, de fiesta todos los días, muy bonita, pero poseedora de un carácter fuerte. Escritora de una longeva saga de libros para adolescentes (jóvenes adultos), la sobra del final de dicha saga se cierne sobre ella, un mundo que no quiere dejar atrás porque forma parte de ella: de alguna forma, al escapar de su Mercury natal, el tiempo no ha pasado para ella y se sigue comportando como cuando tenía 17 años: como una psicótica perra reina de la noche de graduación, una joven adulta, una adolescente atrapada en el cuerpo de una mujer madura. ¿Es de extrañar que vuelva a su hogar con la idea de recuperar a su amor de la secundaria, casado y con una hija recién llegada, para rescatarlo de la vida aburrida de pueblo? ¿Suena descabellado? Bueno, para Mavis no es tan raro, es más, a ella le suena razonable, es una misión para ella.

 Así es como entramos al mundo del personaje creado por Diablo Cody, que ya viene hace rato planteando las relaciones entre gente joven y gente crecida, aunque en este caso en particular, los papeles recaen sobre un mismo personaje, interpretado con perfección y detallismo por Charlize Theron, esta diosa sudafricana que le da un nuevo significado al término perra. La historia de Cody es irreverentemente graciosa, y uno no puede más que reírse con las salidas de Mavis, quien siempre va contra la corriente, enredándose en situaciones dignas de sentir verguenza ajena. Lo que se perfila como un viaje de redención para el personaje no es sino uno de autodestrucción y descubrimiento, en el que no todo brilla para los personajes y todas las miserias salen a la luz, todos los trapitos al sol.

 Young Adult es un verdadero estudio de personajes, una película que va más allá de ver al personaje de Mavis insultando a gente y llevándose el mundo por delante; de acuerdo, esos momentos son extremadamente graciosos, pero son la cubierta de algo más grande, la punta del iceberg. Por debajo de la superficie se encuentran las brillantes interpretaciones del elenco al completo, encabezado por una Theron inspiradísima, haciendo de su personaje su propia persona, en el que cada detalle insuflado por la dupla Reitman & Cody funcionan para darle vida a un personaje que va a ser difícil que se saquen de su mente por un largo tiempo: yo todavía sigo alucinando con Mavis Gary.
 Como contrapeso se encuentra Patton Oswalt, un excelente actor que seguro han visto en varios secundarios y que acá es Matt el nerdo que detestaba la secundaria e incluso fue objeto de un crimen de odio, como bien lo remarca sonriendo Mavis cuando ve la muleta que usa, y no recuerda que Matt tenía su casillero junto al de ella, durante toda la prepa. Juntos tienen las mejores escenas, las más relevantes y las más ácidas: son personas totalmente opuestas pero a la vez, se necesitan. Una relación simbiótica muy linda.

 El reparto restante tiene buenas adiciones como el siempre solvente Patrick Wilson como el quid de la cuestión de Mavis, Buddy, y Elizabeth Reaser es la sencilla y plana esposa de Buddy, quien no tiene ni idea de a qué vino la famosa escritora. pero sin duda alguna, el personaje secundario más importante y que tiene una escena brutal que define a la película y a la historia es la joven Collete Wolfe, quien en una charla casi al final de la película dejará a más de uno sorprendido por el contenido de su charla con Mavis; totalmente sorprendido me quedé con la joven Wolfe.

 Como primera impresión completa de Jason Reitman, me quedo con que tiene una visión muy personal en sus películas: por lo que pude observar en Young Adult, hay un seguimiento casi invasivo para con el personaje principal, se siguen hasta los momentos más cotidianos y banales, como los viajes constantes a una sesión de mani-padi (manicuría-pedicuría, para los que no esten familiarizados con el término), los hábitos diurnos de Mavis ni bien se levanta, los momentos en los que escribe su obra final para la ongeva saga Waverley High, todo está cronometrado con un aplomo especial por Reitman. Incluso la recreación de un pequeño pueblo como Mercury, que parece atrapado en el tiempo

 La música juega un papel aditivo interesante en la película, ya que cuando no están sonando temas muy noventosos, la banda sonora por parte de Rolfe Kent crea un ambiente aciago y un tanto banalista a la vez, que encaja perfectamente con los estados de ánimo de Mavis.

  Realmente quedé fascinado con Mavis Gary, me pareció un personaje al que uno se aproxima sólo para ver como se relaciona con sus alrededores, pero la gracia está en realmente llegar al fondo de este profunda y singular mujer que ha creado Diablo Cody e inmortalizado Jason Reitman en Young Adult. El momento final, imperdible.


Calificación: A-

sábado, 3 de marzo de 2012

Inframundo: El Despertar (Underworld: Awakening)

Año: 2012.
Género: Acción/ Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 88 minutos.
Dirección: Måns Mårlind y Björn Stein.
Intérpretes: Kate Beckinsale, Stephen Rea, Michael Ealy, Theo James, India Eisley, Sandrine Holt, Charles Dance, Kris Holden-Ried.

"Ha pasado más de una década desde que Selene y su amante Michael, híbrido entre humano y licántropo, derrotaran al Vampiro Mayor Marcus. En esos años la Humanidad ha descubierto la existencia tanto del clan de los vampiros como del de los licántropos y se ha lanzado a una lucha encarnizada para eliminar a ambas especies. Selene, capturada durante el genocidio, despierta de su letargo y se da cuenta de que se encuentra cautiva en un laboratorio herméticamente cerrado en Antigen, una poderosa corporación biotecnológica que se dedica a desarrollar la vacuna en contra de los virus que han creado a vampiros y licántropos.

 Selene se encuentra con que el mundo en el que una vez su raza se alzara orgullosa ya no existe y que su gente ha sido perseguida hasta el borde de la extinción y que los pocos supervivientes se ocultan bajo tierra. Rechazada por los clanes que aún quedan, Selene se enlista para apoyar a un joven vampiro, David, quien se une a ella en su sangrienta venganza contra Antigen, donde oscuras fuerzas conspiran para destruirla. Con sus tradicionales enemigos, los licántropos, otra vez en ascenso, incluso Selene parece no tener el poder suficiente para hacer frente a su más poderoso oponente: un superlicántropo alterado genéticamente."
Si te empalagaste  durante la boda y la eterna luna de miel de Bella Swan y el vampiro brillante en Breaking Dawn, despreocupate, que volvió Selene con ansias de sangre. Underworld: Awakening es el cuarto episodio de la saga popularizada por la encuerada Kate Beckinsale, que repite su papel luego de descansar en la tercera entrega (que fue una precuela, contando el origen de la batalla entre vampiros y licántropos) Con la nueva década la serie subió un cambio y aunque el estilo sigue siendo el mismo, algo ha cambiado, y puede ser para bien tanto como para mal...

Para adaptarse a las nuevas épocas, Awakening está hecha a las apuradas en 3D, entonces la historia poco importa: aunque la película acuse un guión a ocho manos, la trama es prácticamente nula y poco aporta al universo que retrata el film, aunque haya un hueco de doce largos años entre la última aventura de Selene y ahora la verdad sobre las dos razas batallantes esté a la luz el día (sic) para los humanos. El guión se encarga sencillamente de otorgar un poco de base para lo que es el claro atractivo de Awakening: la carnicería sin ton ni son.
 En las escasas pero de algun modo suficientes hora y cuarto que dura la nueva travesía de Selene, hay una historia con principio, nudo y pseudodesenlace (claro, siempre hay que dejar pie para una posible nueva entrega) Lo que importa a la hora de acercarse a esta propuesta es, primero, haber visitado alguna vez la saga anteriormente (no es un requisito fundamental, pero importa bastante para sacarle el mayor provecho a esta entrega) y por sobre todas las cosas apagar el cerebro para disfrutar de la brutalidad congelada de una Kate Beckinsale imparable y sanguinaria (hasta ahora, creo que es la entrega en donde se derrama más sangre de todas)

 Imposible pedir entonces que haya un desarrollo tangible de los personajes; aparte de sumarle puntitos a la historia de Selene, los nuevos personajes, a cargo de grandes actores siempre secundarios como Stephen Rea y Charles Dance (sip, el papá Lannister de Game of Thrones) tienen su cuota de pantalla que no agrandan ni ennegrecen en canon de la saga. El personaje detective de Michael Ealy trata pero no puede interesar con su triste historia de porqué se pondrá de lado de la vampiresa, es un personaje más; la que puede cambiarlo todo es la joven India Eisley, que tendrá un futuro en la saga (de seguir sacando películas, claro está)

 Los directores Måns Mårlind y Björn Stein tienen una sola película de habla inglesa nunca estrenada (Shelter, con Julianne Moore y Jonathan Rhys Meyers) por lo que no tengo en claro el estilo visual que utilizan los muchachos, porque a simple vista parece el tipo de proyecto para lanzarlos al mercado mundial en el cine de acción y ciencia ficción; el pro y el contra de esto es que su carta de presentación bien puede ser vista por el lado de un combo de acción y violencia truculenta sin par, y por el otro lado un pastiche de edición adrenalínica que no te deja ni pensar, apoyada en una historia muy pero muy ligera. No nos vayamos a los extremos, a todo el mundo les encanta una película de acción con un buen guión (Inception) pero cuando no hay solidez argumentativa (Sucker Punch) puede haber despliegue visual todo lo que quieras, pero no termina de enganchar al espectador, o cuando finalmente uno logra acoplarse a la narración, la película termina (como sucede con Awakening)

 Aquellos abonados a la saga verán en Underworld: Awakening un capítulo relleno de acción como ninguna película anterior, pero con una historia bastante floja que se hará notar incluso ante los menos exigentes; para el resto, es un festín de acción que dura lo justo y necesario para distenderse y, para cuando uno se de cuenta, ya ha terminado.


Calificación: B-