viernes, 7 de septiembre de 2012

La Aparición (The Apparition)

Año: 2012.
Género: Terror.
País: Estados Unidos.
Duración: 82 minutos.
Dirección: Todd Lincoln.
Intérpretes: Ashley Greene, Sebastian Stan, Tom Felton, Julianna Guill, Luke Pasqualino.


"Cuando comienza a suceder una cadena de eventos aterradores en su hogar, la joven pareja de Kelly  y Ben descubren que los acecha una presencia que fue invocada por accidente durante un experimento universitario de parapsicología. La horripilante aparición se alimenta de su miedo y los atormenta en cualquier lado a donde huyan. Su última esperanza es un experto en lo sobrenatural, pero aún con su ayuda puede que sea muy tarde para salvarse de esta fuerza espeluznante..."

¿Será que el director y guionista Todd Lincoln no se fijó que su creación es claramente un refrito de un refrito? Porque la trama de The Apparition es igual a la de la japonesa Kairo y su remake americana Pulse, y no están tan alejadas en el tiempo como para no notarlo. Y es que aún jugando con convenciones más usadas del género, la película es una línea recta que no ofrece nada nuevo y que atrasa más de lo que se imagina, con una historia y un ambiente totalmente nulo.

 En un prólogo más que efectivo es que se traza los lineamientos generales y la idea principal del film: ¿es posible que todas las entidades sobrenaturales sean producto de la creencia de la gente?, y también, es posible que con tan sólo pensar en algo en concreto podamos atraerlo a nuestro mundo? Partiendo de esa inquietante idea es cuando la película se estanca y nos ofrece una versión sobrenatural con menos cámara en mano que Paranormal Activity, ya que la mayoría del metraje (unos escasos 75 minutos menos los créditos) vemos la actividad diaria de la pareja protagónica Kelly y Ben (unos totalmente laxos Ashley Greene - pura carne y no mucho más - y Sebastian Stan - increíble el nivel de sobreactuación de un muchacho con talento-)

 Lincoln elige llenar su película con una multitud de saltos de manual, y tan sólo un par funcionan y crean un poco de pánico y confusión (léase el momento en el hotel, con esas sábanas constrictoras fenomenales) Desafortunadamente, le falta estilo, le falta ambiente; no por ser PG-13 es que una película de horror está condenada al fracaso, pero hay una batería tal de homenajes al cine de horror reciente (The Ring, The Grudge y las que mencioné la comienzo) que ya no se trata de casualidad sino de causalidad. Es triste, porque había potencial de hacer algo ameno e interesante incluso con material reciclado, pero se eligió por ir por el camino más fácil... y éste es el resultado.

 Cuando casi todo parece perdido, hay algunas cosas por la cual se le debería darle crédito a The Apparition: primero que nada, para ser un novato, Lincoln filma bastante bien, es sobrio por sobre todo, pero como guionista se tiene que dedicar a otra cosa, ya que su film carece de sentido alguno y tiene tantos agujeros en la trama tan grandes como para entrar un camión a través de ellos. Segundo, no puedo dejar de tirarle flores a los muchachos de tomandandy (así, sin mayúsculas) ya que de una película insulsa levantan el clima con una banda de sonido perfecta; estos chicos no me decepcionan nunca. Y i hay algo más para rescatar, sería el cameo prácticamente de Tom Felton, el eterno Draco Malfoy de Harry Potter, que se presta con su acento británico para darle un aspecto más científico a la trama, pero insuficiente.

Creo no olvidarme de mencionar nada más. Ah, si, The Apparition funcionará para aquellas colegialas de 12 años que se están por sumergir el el horror; para los más acérrimos (como su servidor) es un insulto que se sigan estrenando este tipo de propuestas para manchar más el nombre del género; supongo igualmente que películas así tienen su público, así que están más que avisados al respecto.

 
Calificación: C-

2 comentarios:

Cinexis! dijo...

Estuviste duro.

El trailer prometía más, que pena.

Sam_Loomis dijo...

Para mí, a leguas se notaba que la película era otra más de esas desechables.

Que bueno que lo confirmas.

¡Saludos!