miércoles, 10 de julio de 2013

Titanes del Pacífico (Pacific Rim)

Año: 2013.
Género: Acción/Aventura/Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 131 minutos.
Dirección: Guillermo del Toro.
Intérpretes: Charlie Hunnam, Idris Elba, Rinko Kikuchi, Charlie Day, Ron Pearlman, Robert Kazinsky, Max Martini, Diego Klattenhoff, Burt Gorman.


"Cuando legiones de criaturas monstruosas, conocidas como Kaiju, comenzaron a elevarse desde el océano, se inició una guerra que se cobraría millones de vidas y que consumiría los recursos de la humanidad durante años. Para combatir al Kaiju gigante, se crea un arma especial: robots enormes, llamados Jaegers, que son controlados simultáneamente por dos pilotos cuyas mentes se encuentran encerradas en un puente neural. Pero frente al implacable Kaiju, incluso los Jaegers parecen casi indefensos."

Viendo Pacific Rim uno puedo ver la infancia de Guillermo del Toro a través de la pantalla. A lo largo de sus dos horas se puede ir identificando las diferentes fuentes en las que se basó el artista mexicano para crear su sentido homenaje hacia las películas de monstruos que empiezan y terminan con Godzilla, hacia los robots gigantes y, en definitiva, a ese cine de aventuras donde la espectacularidad es lo que vale.

Para sacar de dudas a muchos desde el principio, Pacific Rim no es Transformers ni tampoco quiere serlo, pero por momentos cae en las mismas falencias que aquella. Del Toro lo anunció él mismo, quería crear un film ligero y fácil de ver en constraste a una historia de orígenes oscura y pesimista, pero esa misma máxima se rompe cuando la trama y el guión se desconectan y hacen aguas (sic). Al querer hacer una película de rápido consumo, el peso dramático de la historia se pierde en actuaciones que no llegan a convencer, cuyo registro se basa en caer en los tópicos más convencionales. Así, la nominada al Oscar Rinko Kikuchi, una excelente actriz, queda relegada a ser la chica japonesa vergonzosa, cuyos esfuerzos personales apenas si importan dentro del marco del film, o el héroe americano de Charlie Hunnam, cuya pérdida familiar apenas si se siente. La figura de las fuerzas armadas de Idris Elba, un loable actor que siempre destaca como secundario en producciones como la última Prometheus lleva su talante militar hasta el límite de lo caricaturesco, se lo nota forzado, pero es parte de la liviandad que Del Toro quiso imponerle a su proyecto. Y ni hablar del pesado alivio cómico que supone el dúo de científico de Charlie Day y Burn Gorman, exagerados hasta el punto del no va más.

Con este largo párrafo denotando el costado feo de Pacific Rim me saco el peso de encima de las odiosas comparaciones entre el producto presente y la saga metálica de Michael Bay. Allá donde los Autobots y Decepticones perdían fuelle - en su historia, en su guión, más no en la acción -, los Jaegers y los kaijus lo ganan en cohesión. Nadie asiste a un despliegue técnico para ver un drama con robots, Del Toro sabe eso, y destaca en su dirección adrenalínica y llena de efectos computarizados. El sentimiento de volver a la niñez, a mirar esos dibujos japoneses está desde que comienza hasta que termina el metraje, y al finalizar uno quiere tener una colección completa de juguetes inspirados en la batalla del Pacífico.
Un aspecto que rescato de entre tanta chatarra y desperdicio tóxico alienígena, es que las colosales peleas no abruman, sino que están bien dosificadas a lo largo de la trama, cada una con su respectiva importancia a lo que está sucediendo en pantalla. Guillermo supo aprovechar cada dólar, incluso la aplaudible postconversión al 3D, y hasta la escena final, donde predomina la escasez del CGI, es que uno se puede alejar de tanto efecto digital y apreciar la inmersión la mundo postapocalíptico creado.

 En definitiva, Pacific Rim es una nueva e inmensa adición a la cuantiosa filmografía de un director con una mente por demás prolífica. La decepción se la llevarán muchos cuando noten que no tiene la profundidad de la adorada El Laberinto del Fauno, pero por no ser una secuela, precuela, reimaginación o basada en un libroó cómic, se lleva una estrellita dorada más a la eficacia. De visión imperiosa en una sala de cine con buen sonido y mejor calidad de imagen.

Calificación: B+

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